Taylor y Ford
A finales del siglo XIX la fabricación de los productos era
de carácter artesanal. Se llevaba a cabo de forma manual, con una excelente
calidad, un precio elevado y con escasa producción orientada a las clases
pudientes. Es el trabajador el que controlaba cómo se debían hacer las cosas y
qué tiempo debían costar.
Para cambiar esta situación, Frederick Taylor (1856-1915), elaboró
un sistema de organización racional del trabajo, basado en la descomposición de
las tareas, la definición de las secuencias de trabajo y el cronometraje de las
operaciones. A esto, le añadió un sistema de motivación mediante el pago de
primas por rendimiento, suprimiendo toda improvisación en la actividad industrial.
Este sistema de producción recibió el nombre de taylorismo y aportó aspectos tan relevantes como:
- Estudio científico de movimientos y tiempo productivo
- Reducción de los costes de producción
- Incremento de la destreza y la especialización
- Trasvase del conocimiento desde los artesanos a los ingenieros
- Sistemas de retribución basados en la productividad
- Producción en serie
- Gran producción de producto idéntico
De esta época son los Sistemas de Métodos y Tiempos (MTM) que han sido utilizados, a partir de entonces, para conocer al detalle los costes de producción.
El sistema de Producción Toyota
Pero el modelo productivo de Ford poco a poco se va agotando.
A partir de los años 70, con la crisis del petróleo, se
vislumbra un panorama totalmente distinto.
Lo primero que ha ocurrido es que hay muchos más fabricantes
que consumidores, y por la ley de la oferta y la demanda, quien domina el
mercado es el consumidor.
El consumidor exige gran variedad de producto (llegando a la
personalización), un elevado nivel de servicio, con plazos cada vez más
reducidos y con los costes mínimos del mercado. Y la calidad, por supuesto, se presupone.
Y si esto no fuese suficientemente complicado para los
fabricantes, además las cantidades a producir se han reducido notablemente,
desapareciendo las economías de escala y haciendo muy difícil mantener los
costes productivos.
Evidentemente, estos requisitos hacen imposible la aplicación
de los métodos de fabricación utilizados en el pasado, poniendo en una
situación complicada a las empresas fabricantes.
Es la empresa japonesa Toyota la que, para poder competir con
la todopoderosa industria automovilística americana, tuvo que reinventarse a sí
misma, desarrollando un conjunto de herramientas y técnicas que constituyeron un
nuevo sistema de producción.
Las principales características aportaciones de este sistema
productivo son:
- Enfoque
hacia la mejora continua
- Búsqueda
y reducción de los desperdicios
- Flexibilidad
de la planta para producción a la demanda
- Fabricación
de productos diversos y en pequeñas cantidades
- Trabajadores
polivalentes, motivados y participativos
En los años 90, los americanos James P.
Womack, Daniel T.
Jones acuñaron el término de Lean
Manufacturing, pare designar el conjunto de técnicas y herramientas
desarrolladas por Toyota.